domingo, 24 de septiembre de 2017

Cómo Vivir los Principios del Evangelio


En la primaria, los niños aprenden ciertas normas de la iglesia que les ayudarán a andar en rectitud a lo largo de su vida. Esas normas son “Mis Normas del Evangelio” y ellas son:
           1.      Seguiré el plan que nuestro Padre Celestial tiene para mí.
           2.      Recordaré mi convenio bautismal y escucharé al Espíritu Santo.
           3.      Haré lo justo. Sé que puedo arrepentirme si cometo un error.
           4.      Seré honrado con mi Padre Celestial, con otras personas y conmigo mismo.
           5.      Usaré con reverencia el nombre de nuestro Padre Celestial y el de Jesucristo. No usaré un             lenguaje indecente ni malas palabras.
           6.      Haré durante el día de reposo las cosas que me harán sentir cerca de mi Padre Celestial y de         Jesucristo.
          7.      Honraré a mis padres y haré lo que esté de mi parte para fortalecer a mi familia.
          8.      Mantendré mi mente y mi cuerpo sagrados y puros, y no participaré de cosas que sean dañinas       para mí.
          9.      Me vestiré modestamente para mostrar respeto por mi Padre Celestial y por mí mismo.
        10.  Solamente leeré y veré cosas que sean agradables para mi Padre Celestial.
        11.  Solamente escucharé música que complazca a mi Padre Celestial.
        12.  Buscaré buenos amigos y los trataré con bondad.
        13.  Viviré de tal forma que sea digno de entrar en el templo y haré lo que esté de mi parte para tener      una familia eterna.
Los jóvenes entre los 12 y los 18 años, cuentan con un programa que trabaja a profundidad esas normas. Ese recurso maneja 19 temas. Los cuales recuerdan sobre la familia, las amistades, la pureza sexual, la observancia del día de reposo, la honradez y la integridad, el modo de vestir y la apariencia, el lenguaje, la música y el baile. Y enseñan sobre el albedrío y la responsabilidad, el salir con jóvenes del sexo opuesto, la educación académica, la diversión y los medios de comunicación, la gratitud, la salud física y emocional, el arrepentimiento, el servicio, los diezmos y las ofrendas y el seguir adelante con fe.
Yo llegué a la iglesia a los trece años, tenía la edad suficiente para aprender las normas con “Para la Fortaleza de la Juventud”. Al principio fue fácil ya que mis papás me habían criado con valores y normas parecidas. El tiempo fue pasando y yo fui creciendo, mis intereses cambiaron, cambié de colegio y por lo tanto conocí gente nueva. Ellos al conocerme dijeron que pensaban que la gente como yo ya no existía. Me hacían preguntas incómodas, me invitaban a sus fiestas y a sus salidas, pero yo sabía que no era lo correcto. Yo para ellos era un bicho raro y no quería sentirme así. Yo quería ser como ellos, me quería divertir más, quería probar cosas nuevas. Empecé a compartir más tiempo con ellos, salíamos a almorzar, iba a sus casas, pasaba los recreos con ellos, me sentaba en la ruta con ellos, me empecé a vestir igual que “mis amigas” e incluso empecé a hablar como ellos de sus mismos temas.  Pensé que eso me haría feliz, me haría quererme más, me haría popular, pero, de hecho, estaba poniendo mi vida, mi felicidad y mi confianza en las personas equivocadas. Esa felicidad no era genuina. Al contrario, me sentía vacía, sentía que no pertenecía a ningún lugar, me sentía fea, sola, sentía que no era suficiente.

Un domingo, al llegar a mi casa después de la iglesia, me sentía mal, cansada, triste. Encontré un librito que me llamó la atención…era mi folleto de Para la Fortaleza de la Juventud. Lo abrí y leí: "NUESTROS ESTIMADOS HOMBRES Y MUJERES JÓVENES, tenemos gran confianza en ustedes. Ustedes son amados hijos e hijas de Dios y Él los tiene presentes; han venido a la tierra en una época de grandes oportunidades y también de grandes desafíos. Las normas de este folleto les ayudarán con las decisiones importantes que están tomando ahora y las que tomarán en el futuro. Les prometemos que, si guardan los convenios que han hecho, y estas normas, serán bendecidos con la compañía del Espíritu Santo, su fe y testimonio serán más fuertes y disfrutarán de mayor felicidad.
En todo lo que hagan, mantengan su mira en el templo. En el templo recibirán las más grandes de todas las bendiciones del Señor, incluso el matrimonio por el tiempo de esta vida y por toda la eternidad. Guardar las normas de este librito les ayudará a ser dignos de asistir al templo, donde podrán efectuar ordenanzas sagradas por sus antepasados ahora y hacer convenios esenciales por ustedes en el futuro.Nuestro Padre Celestial ha depositado gran confianza en ustedes y tiene una obra para que lleven a cabo. Procuren Su guía con oración y deliberen en consejo con sus padres y líderes. Las decisiones que tomen ahora fijarán el curso que seguirán durante gran parte de su vida mortal y por la eternidad.Testificamos que Dios vive. Nuestra ferviente oración es que permanezcan firmes y valientes a lo largo de toda su vida y que confíen en el Salvador y en Sus promesas. Al hacerlo, serán una influencia para bien al ayudar a edificar el reino de Dios y preparar al mundo para la Segunda Venida del Salvador."
-La Primera Presidencia.
Esas sabias palabras llenas de amor y aliento, me ayudaron a entender que el camino por el que andaba, no era el correcto. Pero sobre todo me ayudaron a entender que yo tengo una misión en esta tierra y que no debo darme por vencida. Entendí que tengo un potencial divino porque soy una hija de Dios. Vine a esta tierra para perfeccionarme y para aprender. En ese momento, decidí cambiar la forma en la que estaba viviendo mi vida y estaba tomando mis pruebas. Oré y le pedí al Padre que me diera la fortaleza suficiente para seguir adelante siguiendo sus normas. Empecé a leer mis escrituras, cantaba himnos más seguido intentaba hacer del lugar en donde estuviera, un lugar santo. Tuve que hacer sacrificios, pero al hacerlos, gané bendiciones. Dejé de lado a varios “amigos” pero fortalecí mi relación con mi Padre Celestial, dejé de vestirme de la manera que lo hacía antes que, aunque no fuera inmodesta, no mostraba quien era yo verdaderamente. Me preocupé más por terminar mi Progreso Personal que por ver el programa más recomendado de Netflix, gané amigos que me ayudaron a volver a encontrar mi verdadero ser. Ya podía mirarme al espejo sin sentirme mal, de hecho, me sentía muy bien. No deseo que entiendan que todo terminó bien. Las burlas volvieron, las preguntas incómodas se hicieron más incómodas y el ambiente se volvió más tenso. Siempre que quería irme de ahí y esconderme, venía a mi mente un fragmento de un discurso del Presidente Monson que dice: “Mormón atrévete a ser; atrévete a lo correcto, aunque solo estés. Atrévete a un firme propósito tener, y atrévete a darlo a conocer.”
En esa etapa de arrepentimiento y cambio, logré comprender la importancia de leer las escrituras. Las Escrituras proporcionan una de las mejores maneras de hallar nuestro camino y permanecer en él. Uno de mis relatos favoritos del libro de Mormón es la historia de los 2000 jóvenes guerreros. Ellos son un ejemplo enorme para mí porque ellos amaban a Dios con todo su corazón y respetaban el convenio que sus padres habían hecho. Fueron jóvenes valientes, capaces de arriesgarlo todo por defender a su pueblo. Nunca dudaron de lo que sus madres les habían enseñado “Que si no dudaban, Dios los libraría.”                        
Tal fue su fe en Dios, que esa promesa se cumplió. Ellos eran jóvenes como yo y como muchos de los que estamos aquí presentes.  Pero a pesar de eso y a pesar de nunca haber empuñado un arma ni haber combatido en guerras, salieron victoriosos y derrotaron a sus enemigos. En Alma 56: 56 dice: Pero he aquí, para mi mayor alegría hallé que ni una sola alma había caído a tierra; sí, y habían combatido como con la fuerza de Dios; sí, nunca se había sabido que hombres combatieran con tan milagrosa fuerza; y con tanto ímpetu cayeron sobre los lamanitas, que los llenaron de espanto; y por esta razón los lamanitas se rindieron como prisioneros de guerra.”
Nosotros no tenemos que luchar en guerras, no tenemos que ir a defender a nuestro pueblo y no tenemos que empuñar un arma. Lo que si tenemos que hacer es defender nuestras creencias. Debemos tener una meta fija y clara. Si, está bien equivocarse, está bien cometer errores, pero no está bien quedarse ahí y decir que más tarde nos arrepentiremos. En una clase de mujeres jóvenes aprendí una frase que me marcó la vida y dice: ¿esto vale lo suficiente como para arriesgar mi felicidad eterna? La verdad es que, si estamos arriesgándola, esa cosa no es. No podemos arriesgar nuestra eternidad por un momento de felicidad terrenal.
Hermanos, las decisiones que tomemos ahora, afectarán enormemente nuestras vidas. Por ejemplo, si yo decido buscar amigos, debo buscar el tipo de amigo que tenga mis mismos valores, sería el tipo de amigo que le presentaría a mis papás, al que traería a la iglesia sin tener vergüenza.
Si yo decido guardar el día de reposo, leer las escrituras, servir a alguien, pasar tiempo con mi familia y amigos realizando actividades que eleven al espíritu, será más importante que ese partido de fútbol o más importante que ir de compras.
El cumplir con las normas de la iglesia no será fácil, pero valdrá la pena. Y NUNCA olviden que el Padre Celestial estará siempre con nosotros.
Para finalizar, me gustaría concluir con un fragmento de mi discurso favorito: De modo que, sigan amando; sigan tratando; sigan confiando; sigan creyendo; sigan progresando. El cielo los está animando hoy, mañana y siempre.”

Yo sé que esta iglesia es verdadera, sé que José Smith fue el profeta escogido por Dios para abrir ésta dispensación y restaurar su iglesia, y porque entregó su vida, sé que todo esto es verdad. Sé que el libro de Mormón al igual que la Biblia y Doctrina y Convenios son verdaderos, y contienen revelación de Dios. Sé que Thomas Spencer Monson es un profeta escogido por Dios, sé que recibe revelación directa de nuestro Padre Celestial y siento su amor cada vez que se dirige a nosotros. Y sobre todo, se que mi Padre celestial me ama al igual que Jesucristo. Sé que él vive y que por su gracia nos podemos arrepentir y ser perfectos en Él.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Mi Top 10 de Discursos SUD


Hace un tiempo vi esta idea en Pinterest, así que decidí hacerlo con mis discursos favoritos.

Jehová Hará Mañana Maravillas Entre Vosotros - Jeffrey R. Holland:
Frases favoritas:
"De modo que recuerden, mañana y todos los días después, que el Señor bendice a aquellos que desean mejorar, que aceptan la necesidad de los mandamientos y tratan de guardarlos, que atesoran las virtudes semejantes a las de Cristo y se esfuerzan, el máximo de sus posibilidades, por adquirirlas. Si tropiezan en ese esfuerzo, también lo hacen los demás. El Salvador está allí para ayudarlos a seguir adelante. Si caen, soliciten Su fortaleza; clamen como Alma "¡Oh, Jesús... ten misericordia de mí!" Él los ayudará a levantarse, Él los ayudará a arrepentirse, a reparar y arreglar lo que sea necesario y a seguir adelante; con el tiempo, lograrán el éxito que buscan".
"Mis hermanos y hermanas, el primer gran mandamiento de toda la eternidad es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Ese es el primer gran mandamiento; pero la primera gran verdad de toda la eternidad es que Dios nos ama con todo Su corazón, alma, mente y fuerza; ese amor es la piedra fundamental de la eternidad y debe ser la piedra fundamental de nuestra vida diaria. De hecho, solo si esa seguridad arde en nuestra alma podemos tener la confianza para seguir tratando de mejorar, seguir buscando el perdón de nuestros pecados y seguir extendiendo esa gracia a nuestro prójimo."
"El presidente George Q. Cannon enseñó en una ocasión: “No importa la gravedad de la prueba, la profundidad de la angustia, cuán grande sea la aflicción, [Dios] nunca nos abandonará. Nunca lo ha hecho, y nunca lo hará. No puede hacerlo. No es parte de Su carácter [el hacerlo]... Él [siempre] estará a nuestro lado. Tal vez pasemos por el horno ardiente; quizás pasemos a través de aguas profundas; pero no seremos consumidos ni vencidos. Saldremos de todas esas pruebas y dificultades siendo mejores y más puros a causa de ellas”"
"Si damos nuestro corazón a Dios, si amamos al Señor Jesucristo, si hacemos lo mejor que podamos por vivir el Evangelio, entonces mañana, y todos los otros días, llegarán a ser, al final, algo maravilloso, aunque no siempre lo reconozcamos. ¿Por qué? ¡Porque nuestro Padre Celestial quiere que así sea! Él quiere bendecirnos. ¡Una vida gratificante, abundante y eterna es el objeto mismo de Su plan misericordioso para Sus hijos! Es un plan que se afirma en la verdad de “que para los que aman a Dios, todas las cosas obrarán juntamente para su bien”. De modo que, sigan amando; sigan tratando; sigan confiando; sigan creyendo; sigan progresando. El cielo los está animando hoy, mañana y siempre." 

Ser Felices Para Siempre - Dieter F. Uctdorf:

Frases favoritas:
 "Hoy quiero que presten atención a algo muy significativo, sumamente extraordinario. En la primera página de su libro del Progreso Personal de las Mujeres Jóvenes encontrarán estas palabras: “Eres una hija amada de nuestro Padre Celestial, preparada para venir a la tierra en esta época precisa para un propósito sagrado y glorioso”¡Hermanas, esas palabras son verdaderas! ¡No son el invento de un cuento de hadas! ¿No es extraordinario saber que nuestro Padre Eterno las conoce a ustedes, las escucha, vela por ustedes y las ama con un amor infinito? De hecho, Su amor por ustedes es tan grande que Él les ha concedido esta vida terrenal como un precioso obsequio de “Érase una vez” lleno de su propio y real relato de aventuras, pruebas y oportunidades de grandeza, nobleza, valor y amor; y lo más glorioso de todo: Él les ofrece un don invalorable que supera precio y comprensión. Nuestro Padre Celestial les ofrece el don más grande de todos, la vida eterna, y la oportunidad e infinita bendición de tener sus propios “felices para siempre”.
"Todos buscamos felicidad y tratamos de encontrar nuestro “ser felices para siempre”. La verdad es que, ¡Dios sabe cómo llegar allí! Y ha creado un mapa para ustedes; Él conoce el camino. Él es el amado Padre Celestial de ustedes, quien procura su bien, su felicidad. Él desea con todo el amor de un Padre perfecto y puro que lleguen a su destino divino. El mapa está a disposición de todos. Da indicaciones explícitas de qué hacer y adónde ir a cualquiera que se esfuerce por venir a Cristo y “ser [testigo] de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar”. Todo lo que tienen que hacer es confiar en su Padre Celestial. Confiar lo suficiente en Él para seguir Su plan." 
 "Mis queridas jóvenes hermanas, a ustedes que defienden la verdad y la rectitud, que buscan la bondad, que han entrado en las aguas del bautismo y andan en los caminos del Señor, nuestro Padre que está en los cielos ha prometido que ustedes “levantarán las alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán”. “No será[n] engañad[as]”. Dios las bendecirá y las prosperará. “Las puertas del infierno no prevalecerán contra [ustedes]; sí, y Dios el Señor dispersará los poderes de las tinieblas de ante [ustedes], y hará sacudir los cielos para [su] bien y para la gloria de su nombre”."
"Hermanas, las amamos. Oramos por ustedes. Sean fuertes y de buen ánimo. Ustedes son en verdad hijas espirituales de la realeza del Dios Todopoderoso. Son princesas, destinadas a ser reinas. Su propio relato maravilloso ya ha comenzado. Su “érase una vez”es ahora."   
 "Como apóstol del Señor Jesucristo, les dejo mi bendición y les prometo que, en la medida en que acepten y vivan los valores y principios del evangelio restaurado de Jesucristo, “estar[án] preparadas para fortalecer el hogar y la familia, hacer convenios sagrados y cumplirlos, recibir las ordenanzas del templo y gozar de las bendiciones de la exaltación. Y vendrá el día en que, al llegar a las últimas páginas de su propio y glorioso relato, leerán y experimentarán el cumplimiento de esas benditas y maravillosas palabras: “y vivieron felices para siempre”. De esto testifico en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén." 

Guardianas de la Virtud - Elaine S. Dalton:

Frase favorita:
"Mujeres jóvenes: ¡están embarcadas en una gran obra!, ¡y no están solas! Al resguardar su virtud y pureza recibirán fortaleza. Al guardar los convenios que han hecho, el Espíritu Santo las guiará y las protegerá; huestes celestiales de ángeles las rodearán. El presidente Monson nos dice: “Recuerden que no estamos corriendo solos en esta gran carrera de la vida; tenemos derecho a la ayuda del Señor”"
Nunca Caminamos Solos - Thomas S. Monson:

Frases favoritas:
"Mis queridas hermanas, su Padre Celestial las ama, a cada una de ustedes. Ese amor nunca cambia, y en él no influye su apariencia, sus posesiones ni la cantidad de dinero que tengan en su cuenta bancaria. No lo cambian sus talentos y habilidades; simplemente está allí. Está allí para cuando se sientan tristes o felices, desanimadas o esperanzadas. El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente siempre está allí." 
"Les prometo que un día meditarán y considerarán sus tiempos difíciles y se darán cuenta de que Él siempre estuvo allí, a su lado."  
"No se nos puso en esta tierra para que caminásemos solos. ¡Qué fuente extraordinaria de poder, de fortaleza y de consuelo está al alcance de cada uno de nosotros! Aquél que nos conoce mejor que lo que nos conocemos a nosotros mismos, Aquél que ve el panorama entero y que conoce el fin desde el principio nos ha asegurado que Él estará allí para brindarnos ayuda si tan sólo la pedimos. Tenemos la promesa: “…orad siempre, sed creyentes, y todas las cosas obrarán juntamente para vuestro bien”." 

Una Súplica a Mis Hermanas - Russell M. Nelson:

Frases favoritas:
"Nosotros, sus hermanos, necesitamos de su fortaleza, su conversión, su convicción, su capacidad para dirigir, su sabiduría y sus voces. ¡El reino de Dios no está completo, ni puede estarlo, sin las mujeres que hacen convenios sagrados y los guardan; mujeres que pueden hablar con el poder y la autoridad de Dios!."
"El presidente Packer declaró:“Necesitamos mujeres organizadas y que puedan organizar; necesitamos mujeres con capacidad ejecutiva que puedan planificar, dirigir y administrar; mujeres que puedan enseñar y que puedan dar su opinión“Necesitamos mujeres con el don de discernimiento que puedan ver las tendencias mundanas y detecten aquellas tendencias que, a pesar de ser populares, sean insustanciales o peligrosas”."
"...necesitamos mujeres que sepan cómo hacer que las cosas importantes sucedan mediante su fe y que sean defensoras valientes de la moralidad y la familia en un mundo enfermo por el pecado. Necesitamos mujeres que sean devotas en pastorear a los hijos de Dios por la senda del convenio hacia la exaltación; mujeres que sepan cómo recibir revelación personal, que entiendan el poder y la paz de la investidura del templo; mujeres que sepan cómo invocar los poderes del cielo para proteger y fortalecer a los hijos y a la familia; mujeres que enseñen sin temor." 
"...necesitamos mujeres que tengan un entendimiento sólido de la doctrina de Cristo, y que lo usen para enseñar y ayudar a criar a una generación resistente al pecado. Necesitamos mujeres que puedan detectar el engaño en todas sus formas; mujeres que sepan cómo acceder al poder que Dios pone a disposición de los que guardan sus convenios, y mujeres que expresen sus creencias con confianza y caridad. Necesitamos mujeres que tengan la valentía y la visión de nuestra madre Eva." 

A Las Mujeres Jóvenes de la Iglesia (págs. 82–87) - Ezra Taft Benson:

Frases favoritas:
“¡Cuán grandes esperanzas tengo para vosotras, mi jóvenes hermanas! ¡Cuán grandes esperanzas tiene para vosotras nuestro Padre Celestial!"
 "Habéis nacido en estos tiempos por un propósito sagrado y glorioso. No fue por casualidad que se os ha reservado para venir a la tierra en esta última dispensación, la del cumplimiento de los tiempos. Vuestro nacimiento en esta época en particular se preordenó en las eternidades."
“Mis jóvenes hermanas, tenemos una tremenda esperanza en vosotras. Esperamos mucho de vosotras. No os conforméis con menos de lo que el Señor espera de vosotras." 
“Sí, dadme una jovencita que ame su hogar y a su familia, que lea las Escrituras diariamente y medite en ellas, que tenga un testimonio ardiente sobre el Libro de Mormón. Dadme una jovencita que asista fielmente a sus reuniones de la Iglesia, que se gradúe de seminario, que haya ganado el Reconocimiento a la Mujer Virtuosa, y que lo luzca con orgullo. Dadme una jovencita que sea virtuosa y que haya mantenido su pureza personal, que no se conforme con menos que un matrimonio en el templo, y yo os daré una jovencita que hará milagros para el Señor, ahora y en las eternidades…" 
"Vivid de acuerdo con vuestro potencial divino. Recordad quiénes sois y la divina herencia que tenéis, la de ser literalmente hijas reales de nuestro Padre en los cielos. Oh ‘juventud bendita’, con todo mi corazón os digo: ‘¡A vencer, a vencer, a vencer!’ (Himnos de Sión,número 56)." 

El Libre Albedrío y el Autocontrol - Boyd K. Packer:

Frases favoritas:
 "No somos obedientes porque seamos ciegos, somos obedientes a causa de que podemos ver." 
"Jóvenes, si vuestros valores están en el debido lugar, no vacilaréis en tomar una materia optativa que sirva para engalanar vuestra vida con la instrucción capaz de mantener unidos sus mismos cimientos. Entonces, una vez inscritos, asistid, estudiad y aprended. Animad a vuestros amigos a hacer lo mismo. Jamás os arrepentiréis; os los prometo." 
"Las tentaciones no se presentarán enfrente de vuestros hijos en el hogar ni en la clase de seminarios, sino que les sobrevendrán más tarde cuando no estén presentes ni el maestro ni los padres. Un buen día tendréis que dejarlos volar del nido. Y cuando llegue ese día, ¿cuán libres serán y cuán a salvo estarán? Todo dependerá de cuánta verdad hayan recibido." 

Crean, Obedezcan y Perseveren - Thomas S. Monson:

Frases favoritas:
"Lo he dicho antes y lo diré otra vez: no existe niebla tan densa, noche tan oscura, viento tan intenso ni marinero tan perdido que el faro del Señor no pueda rescatar. Nos indica el camino a través de las tormentas de la vida. Nos dice: “Por aquí vas a salvo. Por aquí llegas a casa. Emite señales de luz que se ven fácilmente y nunca se extinguen. Si se siguen, esas señales las guiarán de regreso a su hogar celestial." 
"Primero, menciono una señal que es básica y esencial: crean. Crean que son hijas del Padre Celestial, que Él las ama y que están aquí con un propósito glorioso: ganar su salvación eterna. Crean que el permanecer firmes y fieles a las verdades del Evangelio es de fundamental importancia. ¡Yo les testifico que lo es!" 
"Segundo; jovencitas obedezan. Obedezcan a sus padres; obedezcan las leyes de Dios, nos han sido dadas por un amoroso Padre Celestial. Si se obedecen, nuestra vida será más plena y menos complicada. Nuestros desafíos y problemas serán más fáciles de sobrellevar y recibiremos las bendiciones prometidas del Señor. Él ha dicho: “…el Señor requiere el corazón y una mente bien dispuesta; y los de buena voluntad y los obedientes comerán de la abundancia de la tierra de Sión en estos postreros días 
"Por último, perseveren. ¿Qué significa perseverar? Me encanta esta definición: soportar con valor. Tal vez necesiten valor para creer; a veces será necesario al obedecer. Con seguridad les será requerido para perseverar hasta el día en que abandonen esta existencia mortal." 
"Ustedes son preciadas, hijas preciadas de nuestro Padre Celestial, enviadas a la tierra en esta época por un propósito. Han sido preservadas para este preciso momento. Cosas maravillosas y gloriosas están a su alcance si sólo creen, obedecen y perseveran. Que reciban esa bendición; lo ruego en el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador. Amén." 

Cómo Enfrentar los Desafíos del Mundo Actual - Robert D. Hales:

Frases favoritas:
"Queridos jóvenes adultos, hermanos y hermanas, quiero ayudarles a “volar derecho” en las tormentas de los últimos días. Ustedes son el piloto. Tienen la responsabilidad de considerar las consecuencias de cada una de sus decisiones. Pregúntense: “Si tomo esa decisión, ¿qué es lo peor que puede suceder?”. Sus decisiones rectas les evitarán desviarse del curso."
"La responsabilidad que tienen ahora es ser dignos de la persona con la que quieran casarse. Si quieren casarse con una persona digna, atractiva, honrada, feliz, trabajadora y espiritual, sean esa clase de persona; si son así y todavía no se han casado, sean pacientes." 
"Esperen en el Señor. Testifico que el Señor conoce sus deseos y los ama por la fiel devoción que le demuestran; Él tiene un plan para ustedes, aquí o en la próxima vida. Escuchen a Su Espíritu. “… no procuréis aconsejar al Señor, antes bien aceptad el consejo de su mano. En esta vida o en la venidera, Sus promesas se cumplirán. “… si estáis preparados, no temeréis." 
Ascenderemos Juntos - Linda K. Burton:

Frases favoritas:
“Tú me elevas y yo te elevaré a ti, y así ascenderemos juntos” 
 "Hermanos y hermanas, ¡nos necesitamos unos a otros! Como mujeres y hombres que guardan los convenios, necesitamos elevarnos unos a otros y ayudarnos a ser el pueblo que el Señor desea que lleguemos a ser. "

Bonus: El Plan de Felicidad - Boyd K. Packer:

Frases favoritas:
"La finalidad de toda actividad de la Iglesia es ver que un hombre, una mujer y sus hijos sean felices en el hogar y sean sellados por esta vida y por toda la eternidad." 
"Hace muchos años, después de la Segunda Guerra Mundial, estaba asistiendo a la universidad cuando conocí a Donna Smith. Por ese entonces leí que dos ingredientes esenciales para un matrimonio exitoso eran una galleta y un beso, y consideré que eso era un buen equilibrio." 

¿Cómo me ayuda Dios a enfrentar mis desafíos y pruebas en la vida?


Dios es nuestro amigo incondicional, Él siempre estará allí para nosotros cada vez que sintamos que no podemos continuar. Solo necesitamos orar y pedirle que nos quite nuestras cargas o nos ayude a resolver nuestros problemas.
Él está esperando que lo hagamos y confiemos en Él, y si lo hacemos, seremos muy bendecidos. A veces puede que no sea fácil o podamos sentirnos realmente fuertes y pensar que no necesitamos ayuda, pero la verdad es que esos momentos son cuando más lo necesitamos y necesitamos ser lo suficientemente humildes como para reconocerlo, como Pedro dice en 1 Pedro 5: 6-7: "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. "
Cuando humildemente pedimos y aceptamos su ayuda, recibiremos una respuesta. Podemos sentir paz, consuelo, guía o podríamos recibir algo de sabiduría. Tal vez no obtengamos la respuesta que queremos pero será la respuesta que necesitamos.
El Plan de Salvación incluye desafíos, y con ellos nuestra fe es probada. Cuando estamos pasando por pruebas es cuando necesitamos más que siempre confiar en el Señor y hacer lo correcto, como guardar sus mandamientos, servir a los demás, orar, ayunar y leer las Escrituras. Leer las Escrituras nos ayudará enormemente porque es revelación directa de Dios. El élder James B. Martino, en su discurso titulado " Acudan a Él y las respuestas llegarán" nos muestra ejemplos claros de lo que nosotros debemos hacer para poder recibir respuestas.
En el discurso, el élder Martino dice que las pruebas van a fortalecer nuestra fe y que debemos acudir al Padre para recibir respuestas. El también menciona que para poder recibir esas respuestas tenemos que ver la condición y la intención de nuestro corazón, y por eso, también nos dice qué podemos hacer para ser merecedores de esas respuestas. Lo primero que menciona es la obediencia constante, y puso como ejemplo la respuesta que dió Nefi a sus hermanos: "¿Cómo es que nos guardáis los mandamientos del Señor? ¿Cómo es que queréis perecer a causa de la dureza de vuestros corazones? ¿No recordáis las cosas que el Señor ha dicho: Si no endurecéis vuesteos corazones, y me pedis con fe, creyendo que recibiréis, guardando diligentemente mis mandamientos, de seguro os serán manifestadas estas cosas?" (1 Nefi 15:10-11) 
Lo segundo que él menciona es el estudio de las Escrituras, y puso como ejemplo a los hijos de Mosíah diciendo: "¿Por qué las pruebas de estos hijos de Mosíah fortalecieron su fe y compromiso en lugar de hacerlos murmurar o dudar? La clave es que "se habían fortalecido en el conocimiento de la verdad; porque eran hombres de sano entendimiento, y habían escudriñado diligentemente las Escrituras para conocer la palabra de Dios" (Alma 17:2). "Todos enfrentamos pruebas y tendremos dudas, pero recuerden que debemos estar "asidos constantemente a la barra de hierro" (1 Nefi 8:30). " Las palabras de Cristo [nos] dirán todas las cosas que [debemos] hacer". Debemos dar al estudio de las Escrituras una parte diaria de nuestra vida, ya que ello abrirá las puertas de la revelación." ( 2 Nefi 32: 3)
Lo tercero y último que el menciona es la oración combinada con el ayuno. Siguiéndo con el ejemplo de los hijos de Mosíah dijo: "Para los hijos de Mosíah, "esto no es todo; se habían dedicado a mucha oración y ayuno; por tanto, tenían el espíritu de profecía y el espíritu de revelación". La oración y el ayuno nos permitirán ser susceptibles a las impresiones espirituales. La comunicación con nuestro Padre Celestial, mientras nos abstenemos de comer y beber con un propósito, nos permite "desatar las ligaduras de la maldad [y] soltar las cargas de opresión". La oración, combinada con el ayuno, proveerá para que cuando "[invoquemos]... responderá Jehová" y cuando clamemos, "... dirá Él: Heme aquí".

Uno de mis relatos favoritos del Libro de Mormón, se encuentra en Alma 53,56 y 57, y es la historia de los 2000 jóvenes guerreros. Me gusta mucho porque ellos confiaron en Dios y en lo que sus madres les habían enseñado. Aunque no fueran experimentados en la guerra, nunca dudaron de Dios y salieron a luchar en contra de los lamanitas para defender a su pueblo."Y te digo, mi amado hermano Moroni, que jamás había visto yo tan grande valor, no, ni aun entre todos los nefitas. Pues como yo siempre los había llamado hijos míos (pues eran todos muy jóvenes), he aquí, me contestaron de esta manera: Padre, he aquí, nuestro Dios está con nosotros y no nos dejará caer; así pues, avancemos. No mataríamos a nuestros hermanos si nos dejasen en paz; por tanto, avancemos, no sea que derroten al ejército de Antipus. Hasta entonces nunca habían combatido; no obstante, no temían la muerte, y estimaban más la libertad de sus padres que sus propias vidas; sí, sus madres les habían enseñado que si no dudaban, Dios los libraría. Y me repitieron las palabras de sus madres, diciendo: No dudamos que nuestras madres lo sabían." (Alma 56: 45-48)
"Y aconteció que cuando se nos rindieron [los lamanitas], he aquí, conté a aquellos jóvenes que habían combatido conmigo, temiendo que muchos de ellos hubiesen perdido la vida. Pero he aquí, para mi mayor alegría hallé que ni una sola alma había caído a tierra; si, y habían combatido con la fuerza de Dios; si, y nunca se había sabido que hombres combatieran con tan milagrosa fuerza; y con tanto ímpetu cayeron sobre los lamanitas , que los llenaron de espanto; y por esta razón los lamanitas se rindieron como prisioneros de guerra." (Alma 56:55-56)

Yo siempre quise estudiar en BYU, y desde antes de graduarme del colegio empecé a llenar la aplicación. Si o si tenía que ir porque si o si tenia que ser traductora y si o si tenia que trabajar para la iglesia, porque de lo contrario mi vida no tendría sentido. Al graduarme, le dije a mis papás que tenía que presentar el TOEFL, que es el exámen que la gente debe tomar si el inglés no es su lengua nativa. Cuando le comenté a mis papás, ellos me dijeron que si, pero nunca logramos concretar nada. La fecha final para enviar mi aplicación ya estaba cerca y todavía no habia presentado el TOEFL y mi papel de soporte bancario faltaba. Yo sentía que a mis papás no les importaba lo que yo había planeado para mi vida, ya que no se esforzaron por escucarme ni por concretar los pasos a dar, y me habían llevado a una universidad de aquí en donde podía estudiar Lenguas Modernas. Un día decidí llamar a BYU a preguntar si podía mandar mi aplicación sin esos dos papeles, y dije que en unas semanas los mandaría. Kate, la jóven que me contestó la llamada me dijo que no, que lamentablemente eso no se podía hacer. Al colgar, sentí que el mundo se me venía encima y que ya no tenía razones para seguir adelante. ¿Para qué estudiar si no es en BYU?, ¿para qué ser traductora si no voy a trabajar para la iglesia? ¿Para qué traducción?. En ese momento, yo no tenía cerca a alguien que me escuchara sin decirme "te lo dije", o "así es la vida", así que llamé a Laura, mi hermana y le conté todo. Ella muy paciente y amorosamente me escuchó y me dijo algo que nunca voy a olvidar: "si, muy lindo que tengas todas esas metas, muy lindo que quieras ir a BYU y que quieras ser traductora, y muy lindo que quieras ser un medio para que la gente pueda entender lo que Dios les quiere decir a través del Profeta y demás líderes. Muy lindo que quieras compartir con los que no hablan inglés, lo que te hace feliz. Pero, ¿alguna vez le preguntaste a Dios si eso es lo que Él tiene preparado para ti? ¿En algún momento oraste y le mostraste tus planes? Si, es muy triste que a uno no lo apoyen para cumplir sus metas y realizar sus sueños, pero no se te olvide que hay alguien que siempre te va a escuchar y va a ayudarte. Para ese alguien, nada es imposible, y ese alguien te ama inmensamente." Al colgar, me arrodillé y empecé a orar. En esa oración, debo admitir, le dije al Padre Celestial que no podía creer y me me parecía injusto lo que me estaba pasando. Le dije que lo que quería hacer era bueno, y que no veía el por qué de mi "desgracia". Meses después decidí volver a orar y empecé a ayunar. El siguiente semestre, o sea de Julio a Diciembre, decidí aplicar a la universidad que querían mis papás. Todo se dió muy fácil, en una semana ya hacía parte de esa universidad. Aunque me iba bien, tenía amigas, mis notas eran buenas, y la pasaba bien; no me sentía cómoda, sentía que estaba aí por obligación, mas no porque quisiera estar ahi. El primer trimestre acabó y decidi ayunar otra vez. Después de ese ayuno, volví a hablar con mis papás sobre BYU, y esta vez pudimos hacerlo sin pelear. Ellos empezaron a considerar la idea de que yo fuera allá. Empezamos a planear las cosas, pero esta vez la que no se sentía bien era yo. El segundo trimestre acabó y decidimos que no iba a volver a la universidad en donde estaba estudiando. En muchas oraciones, le dije al Padre que yo quería estudiar en una universidad de la iglesia, pero que no sentía que Provo era mi lugar, y que no sabía que hacer. Al comenzar el año, decidí aprender francés y seguir aprendiendo y practicando inglés en una academia. Yo estaba muy preocupada porque ya mis amigos y gente con la que me gradué iba en tercer semestre de universidad, y yo aqui estudiando francés. Mi autoestima empezó a caer, porque muchos amigos se iban a Utah o a Idaho, otros se estaban casando, otros viajando y haciendo cosas por sus vidas. Me empecé a alejar de mis amigos, quería dejar de ir a la iglesia y no iba a Instituto. No tenía ganas de hacer nada. En francés, empecé a tener problemas, en mi nuevo llamamiento de la iglesia también. Sentía que no era suficiente para estar en esos lugares. Salía de mis clases a llorar, porque ya no aguantaba más. Un domingo, los élderes me preguntaron si necesitaba ayuda, que ellos no podían ayudarme mucho, pero que podrían ayudarme a tener paz espiritual. Yo no sabía que ellos estuvieron ahi todas las veces que había salido de clase a llorar. Ese día, ellos me dijeron que tenía que tener fe, y tenía que volver a hablar con el Padre Celestial y decirle todo lo que sentía. Me dijeron que nosotros vemos solo una partecita de todo el plan que el Padre Celestial tiene para nosotros y que tengo que confiar en Él porque todo lo que me pase va a se en mi beneficio. Esa noche, decidí leer las escrituras. Cuando abrí mi tripleta leí: "Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos." (Doctrina y Convenios 121: 7-8) Esos versículos me dieron aliento, me animaron a seguir adelante. Al cerrar el libro, me arrodillé y oré al Padre pidiendo perdón y agradeciendo por todas las cosas que estaba viviendo. Le dije que me gustaría entender mejor por qué no debía ir a BYU, y le pedí que me ayudara a saber a dónde debía ir y qué debía hacer. El día en el que acabé mi tercer nivel de francés, decidí entrar a la página de Pathway porque quería ver de qué se trataba. Sentí que tenía que aplicar, así que eso hice. Me dejaron en lista de espera, eso me desanimó un poco, pero bueno, tenía que confiar un poco más. Semanas después me llegó un email que me daba la bienvenida al programa, ese día volví a llorar, pero esa vez fue porque entendí que Dios me estaba escuchando y que siempre lo hizo. Ahorita acabo de empezar mi segundo semestre de Pathway y me siento muy feliz.



domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Quiénes son los Mormones? ¿Qué es el Libro de Mormón?


Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días somos más conocidos como Mormones. Nos dan ese nombre porque creemos en el Libro de Mormón.

El Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo, el cual da testimonio de Él. Contiene escritos de profetas antiguos. Uno de estos profetas vivió en Jerusalén al rededor del año 600 A.C, su nombre era Lehi. El fue mandado por Dios a llevar a su familia al continente Americano porque Jerusalén iba a ser destruida. Lehi y su familia llegaron a las Américas y después de su muerte, su familia se separa, creando así dos grandes naciones.
El Libro de Mormón narra la historia de la venida de Jesucristo a las Américas justo después de su crucifixión.
El libro obtuvo su nombre por Mormón, uno de los últimos profetas. Su hijo Moroni, terminó de escribir el libro, y él prometió que quienquiera que pregunte a Dios una simple pregunta, recibirá respuesta. "Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo; y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas" (Moroni 10: 4-5)

En la introducción del Libro de Mormón leemos: "Invitamos a toda persona, dondequiera que se encuentre, a leer el Libro de Mormón, a meditar en su corazón el mensaje que contiene y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de Cristo, si el libro es verdadero. Quienes así lo hagan y pidan con fe lograrán un testimonio de la veracidad y la divinidad del libro por el poder del Espíritu Santo."
Por preguntar a Dios en el nombre de Jesucristo, yo sé que el Libro de Mormón es verdadero. Los invito a que lo lean y luego pregunten a Dios con un corazón sincero, con fe y con real intención.

PD: Si desean obtener una copia GRATIS del Libro de Mormón, hagan click en el link de abajo:
https://www.mormon.org/spa/libro-de-mormon-gratuito





sábado, 16 de septiembre de 2017

¿Quién soy?



¡Hola!
Mi nombre es María Alejandra, soy de Colombia y soy Mormona.
Soy miembro desde el 2011. Me bauticé con mis papás y mi hermana mayor. Ese día fue uno de los mejores días de mi vida.

Ser Mormona me ha enseñado doctrinas y principios que me han ayudado a superar las pruebas por las que he pasado, y desearía que todos tuvieran la posibilidad de conocer y aprender todo lo que he aprendido desde los 14 años.
También me ha llevado por malos momentos. En el colegio me hicieron bullying por no hacer cosas "normales" de adolescentes. Por ir a la iglesia cada domingo, por asistir a Seminarios cada día y por ir todos los viernes a las mutuales en vez de ir de fiesta como una adolescente "normal".  Me estaba volviendo más triste y malgeniada, porque yo sentía que estaba haciendo lo correcto y estaba sacrificando muchas cosas para poder asistir a todas las reuniones y actividades de la iglesia, pero, en vez de ser bendecida, era humillada.
Tiempo después, pude comprender que no debería sentirme mal o llorar por ser diferente a mis amigos y compañeros de clase; al contrario, debería sentirme feliz porque el Señor me estaba bendiciendo. Ese día tomé la desición de ser feliz y de demostrarle a los demás que ser Mormona es estar a la moda y ser modesta al mismo tiempo, que me puedo divertir sin tener que tomar o fumar, y que es posible divertirse en ambientes espirituales.

Amo esta iglesia porque me ha ayudado a ser una mejor persona y porque me ha enseñado a ser feliz.



ph: Jonny Bautista