¡Hola!
Mi nombre es María Alejandra, soy de Colombia y soy Mormona.
Soy miembro desde el 2011. Me bauticé con mis papás y mi hermana mayor. Ese día fue uno de los mejores días de mi vida.
Ser Mormona me ha enseñado doctrinas y principios que me han ayudado a superar las pruebas por las que he pasado, y desearía que todos tuvieran la posibilidad de conocer y aprender todo lo que he aprendido desde los 14 años.
También me ha llevado por malos momentos. En el colegio me hicieron bullying por no hacer cosas "normales" de adolescentes. Por ir a la iglesia cada domingo, por asistir a Seminarios cada día y por ir todos los viernes a las mutuales en vez de ir de fiesta como una adolescente "normal". Me estaba volviendo más triste y malgeniada, porque yo sentía que estaba haciendo lo correcto y estaba sacrificando muchas cosas para poder asistir a todas las reuniones y actividades de la iglesia, pero, en vez de ser bendecida, era humillada.
Tiempo después, pude comprender que no debería sentirme mal o llorar por ser diferente a mis amigos y compañeros de clase; al contrario, debería sentirme feliz porque el Señor me estaba bendiciendo. Ese día tomé la desición de ser feliz y de demostrarle a los demás que ser Mormona es estar a la moda y ser modesta al mismo tiempo, que me puedo divertir sin tener que tomar o fumar, y que es posible divertirse en ambientes espirituales.
Amo esta iglesia porque me ha ayudado a ser una mejor persona y porque me ha enseñado a ser feliz.
ph: Jonny Bautista
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